martes, octubre 16, 2012

CUENTOS PARA ADULTOS

Acostumbrados a las versiones edulcoradas de Disney, a veces olvidamos que los cuentos tradicionales tienen finales y moralejas bastante crueles. Por ejemplo, las hermanastras de la Cenicienta se cortaban dedos de los pies y el talón para que les entrara el dichoso zapato; A Blancanieves, antes de darle la manzana, la bruja intentaba ahorcarla y envenenarla con un peine ponzoñoso; la Sirenita, despechada porque su príncipe se casa con otra, se lanzaba al mar y se convertía en espuma; y Caperucita Roja y su abuela morían devoradas por el Lobo. Y podríamos seguir con Las zapatillas de cristal, La chica de la caja de cerillas, Hansel y Gretel...

Incluso La Bella Durmiente era violada por un Rey mientras dormía, y al despertar descubría que tenía dos niños. En Fin. Recordemos que en sus origenes los cuentos y fábulas no eran para niños sino para los adultos que, normalmente, no sabían leer y escribir, y casi todos acababan con castigos moralizantes.

Autores como Tim Burton han intentado recuperar esa fascinación por los cuentos con un toque macabro y mucha diversión, pero eliminando todo rastro de falsa moralidad y castigo y creando obras tan bellas, como La novia cadáver, Frankenweenie o el libro del que os hablamos: Las aventuras de la Princesa y el señor Fu: la cosa de debajo de la cama (Plaza & Janés), de Patrick Rothfuss y el ilustrador Nate Taylor.
"No es un cuento para niños"

Y es que este es un cuento para adultos que disfrutan de buenas historias sin falsas moralinas. Que sueñan con recuperar el espíritu travieso de su niñez. Y lo más importante: sin moraleja. Únicamente busca divertir y sorprender, mediante el contraste de las bellísimas ilustraciones de Taylor y el sorprendente texto de Patrick Tothfuss, el autor de las aclamadas novelas de literatura fantástica, El nombre del viento y El temor de un hombre sabio (ambas publicadas por Plaza & Janés)

El propio Patrick Rothfuss lo explica de esta forma: "Esto no es un cuento para niños. Parece un cuento para niños. Tiene ilustraciones. Tiene un título almibarado. Los protagonistas son una niña y su osito de peluche. Pero todo eso solo es una fachada. En realidad, esto es un cuento para adultos con un sentido del humor un tanto siniestro que sepan apreciar los cuentos de hadas de los de antes".

Una historia sorprendente y divertida que, según el autor: "Da un giro macabro a los cuentos infantiles ilustrados tradicionales. Yo lo veo como un combinado de Calvin y Hobbes y Coraline, con una pizca de Edward Gorey"
Mucho humor negro

Con esos referentes no es extraño que los autores consigan una historia inteligente y sorprendente en el que las imágenes infantiles ocultan el perverso humor de sus autores, aunque no por mucho tiempo.

La historia comienza con una encantadora princesita y su adorable osito de peluche, el señor Fu, que viven en un mundo maravilloso, de aventuras y juegos, empañado sólo por la "cosa de debajo de la cama", que nos recuerda a nuestros temores infantiles. Pero pronto, los juegos de la princesita nos desvelarán secretos sorprendentes y francamente divertidos.

Destacar las preciosas imágenes de Nate Taylor, un ilustrador de libros y cuentos, animador y diseñador de videojuegos, y que aquí firma uno de sus mejores trabajos con imágenes tan bellas como desconcertantes.

Un cuento que podemos comprar con la excusa de que ya se lo leeremos a nuestros hijos cuando sean un poco más mayorcitos, y que es una auténtica delicia. Pero que "No es un cuento para niños"

FUENTE: RTVE

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