sábado, febrero 21, 2009

El jueves estuvo Juanan en La Luna

¿Como es posible que a un tipo como Juanan no lo conociéramos en La Luna?

Porque parece hecho como de encargo para venir aquí a contar.

Nos lo presentaron como canalla y provocador, y si uno se dejara influir por el aspecto de las personas a lo mejor lo habríamos creído: figura enjuta, vestidura negra, chaleco abierto, sombrero ocultando a ratos su mirada, voz áspera como de muy usada.



Pero en cuanto pronunció las primeras palabras se nos metió en el bolsillo. Se reveló un narrador de postín, que me impresionó positivamente sobre todo por dos aspectos que controla absolutamente: el léxico y el ritmo (o, como me apuntaron más acertadamente, la cadencia).

Y es que cuenta con calma, dejando que el cuento vaya saliendo y los que escuchan lo vayan absorbiendo por completo. Le da el 'tempo' justo para que se pueda escuchar sin esfuerzo y disfrutanto plenamente de la historia.

Y además esas historias vienen vestidas de la palabra precisa (la sonrisa perfecta... perdón, un lapsus), de un léxico que enriquece los cuentos y los viste de gala. Hace poco leía una anécdota, en la que un viejo maestro aconsejaba a un joven impulsivo, que pretendía lanzarse a tocar sin haber practicado lo suficiente los fundamentos del instrumento, y le decía que, para tocar e improvisar con libertad, primero hay que "dominar a la bestia". Los narradores tienen como instrumento fundamental el idioma, el lenguaje en sentido amplio, y en lo que a Juanan se refiere creo que esta bestia ya la tiene dominada. Da gusto ver con qué seguridad cuenta, haciendo incluso que parezca fácil.



Espero que se fuera satisfecho de la noche, porque la -merecida- ovación que recibió no es de las que se oye todos los jueves.


Nota consultiva:
Abro la sección "peticiones del oyente", con mi voto para que se fiche Juanan y vuelva sin falta por La Luna.

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