En Alemania existe la encantadora "Ruta de los cuentos de hadas". Son 600 km que recorren unos 70 ciudades, pueblos y comarcas que rememoran, de una u otra manera, el paso de los hermanos Grimm, sus actividades como filólogos y recopiladores, y lugares donde se ubican imaginariamente los cuentos.
En algunos sitios, los visitantes son recibidos por los personajes de los cuentos. Banquetes y menús de cuentos de hadas, fiestas en el granero, banquetes principescos y la mesa al más puro estilo medieval invitan a pasar las vacaciones en históricas comilonas. La ruta de los cuentos de hadas ofrece arte e historia, lleva a mágicas ciudades con entramado, castillos encantados y fabulosos palacios, une museos y galerías, invita a conciertos y teatros y enlaza el encanto de las grandes ciudades con el regionalismo.
La ruta comienza en Hanau, donde nacieron los Grimm; en Steinau, funciona el museo con su nombre, que muestra distintos aspectos de su vida y obra, un ambiente que aún conserva el espíritu familiar. El otro Museo Grimm abre sus puertas en un palacio barroco más al norte, en Kassel. Fue aquí donde los hermanos Grimm desarrollaron la mayor parte de su trabajo lingüístico y literario, donde recopilaron las decenas de cuentos e historias tradicionales que se publicaron en el año 1812 y donde se encuentran los manuscritos originales de los "Cuentos de niños y del hogar", que fueron declarados patrimonio documental de la humanidad por la Unesco en 2005.
Más adelante, en Sababurg, nos esperan lo que queda de los muros y la torre cubierta de hiedra donde la Bella Durmiente despertó de su sueño. Muy cerca, al recorrer el precioso bosque de Reinhard y las localidades cercanas (Oberweser, sobre el río Weser) con su viejo molino y casitas de madera, se espera encontrar al Gato con Botas o a Blancanieves y los siete enanitos del famoso relato.
Más al norte, en Hšxter, se evoca a Hansel y Gretel y, aunque no tiene casas de chocolate ni dulces, en verano se suceden las representaciones en su plaza, así como ocurre en el cercano Polle, con representaciones de La Cenicienta.
Después de visitar la ciudad fortificada de Bodenwerder, cuna del Barón de Münchausen, se sigue a Hamelin, donde se encuentra la casa del Flautista y un vitreaux sobre esta leyenda en su iglesia de San Nicolás. Aquí, todos los veranos tienen lugar representaciones teatrales de la famosa historia. Otras ciudades cercanas evocan al Sastrecillo Valiente o, como en Verden, ofrecen un parque temático dedicado a los personajes de los cuentos.
Caperucita Roja tiene su capital en Schwalmstadt; de hecho, el traje de la muchacha está inspirado en la vestimenta típica de la región, tal como se revela en el Museo Schwalm.
El trayecto finaliza en la ciudad de Bremen, donde la escultura en bronce del artista Gerhard Marcks recuerda al burro, perro, gato y gallo, los músicos de Bremen. Es una ciudad con más de 1.200 años de historia a través de sus edificios, plazas, calles y barrios. Su plaza del mercado es una de las más bellas de Alemania, y el barrio más antiguo, el Schnoor, conserva decenas de casas de los siglos XV y XVI, en las que trabajan artistas, orfebres o galeristas, junto a recoletos cafés y restaurantes.
Información obtenida del Diario EL LITORAL (Santa Fe, Argentina)
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