sábado, marzo 10, 2007

COMENTARIOS A LA SESIÓN DE ANTONIO ROSS. 1 DE MARZO.


La sesión fue extraña. Extraña por que consistió en un solo cuento (con intermedio incluido) y por no ser una sesión de cuentos. Se trato de un monologo teatral basado en un cuento. Y la verdad es que nos dejo con un sabor agridulce. Un comienzo demasiado lento, con una fidelidad casi total al texto original, lo cual provocaba unas descripciones y conversaciones largas y monocordes. Y una segunda parte, que fue ganando en rapidez, picardía y complicidad (tanto con el publico, como con ciertas libertades con el texto. Pero cuando mejor estábamos finalizo la sesión, sin la posibilidad de continuidad. Experiencia interesante, pero alejada de lo que es habitual en el Café de La Luna; creemos que en este espacio tienen cabida todas las formas de contar, todos los cuentos, todos los narradores, todas las palabras.....y esto fue una experiencia más.

1 comentario:

Luis A. Alonso dijo...

Después de terminar pudimos intercambiar impresiones con él (uno de los aspectos especialmente atractivos de la Luna).

Me dio la impresión de que le costó un poco adaptarse al entorno (el tono de voz, en ocasiones apenas audible, la situación del público rodeándolo en dos frentes...), y que quizá pasó por alto el detalle de la duración de la sesión, que se quedó corta -tanto más corta cuanto que a cada momento iba capturando nuestra atención y nos dejó con ganas de mucho más-.

Nos despistó un poco que no hubiera una presentación al uso, a más de uno le pilló a contrapié el comienzo del cuento.

Como contador me pareció impecable; con un estilo menos espontáneo de lo que estamos acostumbrados a ver, más "técnico", en todo momento transmitió seguridad, aplomo y dominio del texto, y eso como público lo agradezco mucho, porque me permite relajarme y dedicarme a escuchar y atender al cuento (esta sensación ya la comentaré en otro momento y/o lugar)

En resumen, creo que el balance resulta a su favor, y espero que regrese sin tardar mucho.